Su vida por la causa
Una casa en el centro mismo de la Roma pagana e imperial, fue por dos años el teatro del celo incansable de san Pablo.
Los informes del centurión Julio respecto de su prisionero fueron muy favorables. Vivió el apóstol en una casa particular, custodiada por un pretoriano. Desde la pequeña morada, cual faro de luz, irradiaba el evangelio por doquier. Como en Éfeso, muchos se reunían alrededor del Apóstol para escucharle. Los mismo soldados encargados de vigilar su persona acabaron por aceptar la ley evangélica y recibieron el santo Bautismo.
Comentario
San Pablo aún en prisión predicaba la palabra de Dios- “Hay de mi sino evangelizaré” 1Cor. 9,16” – no importaba el lugar físico, ni quienes estaban alrededor, lo importante era hablar de Cristo Camino, Verdad y Vida, lo importante era seguir llevando la Buena Nueva a todos los hombres. Hoy San Pablo nos pide lo mismo, llevar la palabra de Dios en: la casa, el colegio, el trabajo, en todos los lugares donde me encuentre, allí debe estar presente Jesús.
Para vivir mi cuarto día.
¿Qué es lo que más me impacta del relato sobre la vida de San Pablo?.
¿Seré capaz de hablar de Jesús en cualquier lugar donde me encuentre?
¿Qué herramientas debo usar, de las que aprendí en mi PM? – (para iluminar esta pregunta leer. Col 4, 2-6)
Importante: Las respuestas deben ser del corazón y no fantasiosas, deben ser acordes a la realidad que vivo.
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